El efecto Pigmalión o cómo las expectativas que tenemos sobre nuestro alumnado acaban determinando su comportamiento en el aula y su rendimiento académico. En el artículo que compartimos a al final de estas líneas se centran en las implicaciones existentes en el aula, pero deberíamos extrapolarlo a la relación que mantenemos diariamente con nuestros hijos e hijas, ¿en qué medida creen que nuestras expectativas sobre la conducta o sobre el rendimiento de ellos influye directamente en los resultados que obtienen? Si les transmitimos confianza ellos ganan seguridad, y por tanto se verán más capaces de afrontar nuevos retos y alanzar nuevas metas.

Les invitamos a leer el enlace que se añade a continuación en el que podrán ver varios experimentos que demuestran esta teoría: